Seminarios, desayunos de trabajo, Fiesta de Cierre del Año, off-site meetings.... todo habla de nuestra empresa.
Podemos tener muchos propósitos: reposicionamiento de imagen, difusión, estrategia de comunicación, alianzas, etc... Pero si carecemos de una adecuada y detallada organización la imagen de nuestra empresa puede caer en cuestión de segundos.
De acuerdo con mi experiencia profesional, un evento corporativo no debe tener clavos sueltos. Estar en todos los detalles, ensayo, elección proveedores confiables y supervisión son algunos de los tantas tareas del organizador de eventos.
Actualmente, hay muchísimas ofertas respecto de la organización de eventos. Pero muy pocos cuentan con la seriedad y profesionalismo necesarios para que el evento sea simplemente único y exitoso.
viernes, 18 de julio de 2008
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