viernes, 18 de julio de 2008

El arte de recibir

Imagino que todos habrán tenido alguna vez la experiencia de llegar a una casa, previa invitación y que suceda alguna de estas cosas:
  • La mesa no está presentada, la anfitriona viene de la cocina con un mantel y en ese momento, delante nuestro empieza a colocar los platos...
  • La comida no está lista, a nuestra llegada los dueños de casa todavía están cocinando, por lo que tenemos que esperar...
  • La dueña de casa está terminándose de arreglar...
  • Llegamos y nos preguntan: ¿Qué les parece que comamos?
  • Vamos al toilette, no hay toalla, no hay rollo y el jabón está todo chorreado...
  • No tenemos donde poner los abrigos...
  • etc., etc, etc...

Todas estas situaciones y muchas más las podemos sortear con un poco de organización y buen gusto.

Prepara el menú, poner la mesa, dejar toda la vajilla lista, crear un ambiente acogedor es muy simple.

Nuestros invitados deben sentirse alagados, deben disfrutar del encuentro y tener ganas de volver a nuestra casa. Nadie quiere regresar a una casa que es simplemente un caos.

Todo es una cuestión de reciprocidad, si somos buenos anfitriones harán lo mismo con nosotros.

Y por sobre todo, nunca olvidarse del buen gusto, las buenas maneras y la alegría de recibir gente en nuestro hogar.

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